Una buena detoxificación del organismo es como la limpieza de primavera de la casa. Sacudimos el polvo, cambiamos el aire, refrescamos el ambiente.
Al igual que no empezamos por ordenar los libros antes de quitar el polvo, un buena detox requiere organización.
Te comparto aquí mis 7 pilares para una buena detox
1. Hidrata tu cuerpo, bebe agua
No te imaginas todo el trabajo que hace el agua en nuestro cuerpo. No solo hidrata sino que es el medio en el que todas nuestras operaciones se realizan. Es un regulador de «termostatos» importante. La temperatura corporal depende de ella. Y si la temperatura tuya no es la adecuada, no se realizan ciertan operaciones.
¿Cuanta agua necesitas?

Calcula 35 cl de agua por kg de peso corporal. Si consumes muchas verduras, quita un 30-40% del total a la que debes beber.
Lee mi artículo sobre todos los milagros que hace el agua en tu cuerpo.
2. Consume muchas verduras
Las verduras te vienen cargadas de nutrientes como minerales, vitaminas y oligoelementos. En la variedad está la salud! Las hojas verdes como acelgas te aportarán oxígeno y las espinacas son ricas en antioxidantes como el B-caroteno.

Las verduras de raices como los nabos limpian los conductos biliares, las alcachofas y la menta sostienen la vesícula biliar.
Ayuda tus riñones con los preciados apio y puerro.
Y tu hígado apreciará las cualidades de la cebolla y del ajo.
Pero no te quedes atrapad@ por las propriedades de cada uno: nuestros alimentos no solo son una «buena fuente de» sino que están constituidos de miles de moléculas que interactúan.
El secreto para sacarle provecho está en unas combinaciones dicatadas por tus ganas. Olvídate de consumir antioxidantes y vitaminas B.
Tu cuerpo es sabio. Si tu le das un rico salteado de verduras, él se encargará solito de sacar los nutrientes, no hace falta que tu sepas todo.
3. Usa hierbas y especias
El tercer paso para tu detoxificación es el uso de hierbas y especias. Un simple tomillo te ayuda a limpiar el tubo intestinal y ¡no te hace falta un kilo! La hierbaluisa, la menta, el orégano participan activamente en una buena detox además de aliñar tus platos.
Utiliza dosis pequeñas pero constantes, usa varias, no temes probar nuevas.

Las hierbas culinarias se utilizan desde que el humano ha descubierto el encanto de la cocina, y no fue solo por su sabor sino también por sus virtudes farmaceuticas.
4. Regálate masajes linfáticos
A menudo después de las fiestas, nos sentimos hinchados, estancados. Es el momento de mimarse y buscar un buen masajista que te active el sistema linfático. ¡Lo notarás!
5. !Cierra el pico! con el ayuno intermitente
¡Que pocas ganas tenemos de dejar esta costumbre de desayunar, comer y cenar. No obstante, ¿sabes que comer tres veces al día es una costumbre que no tiene ni cien años de antiguedad? Antaño, el pueblo comía una vez al día, si tenía comida…

Cuando te decides, de repente mides todo el beneficio de haberte saltado la cena. Si te parece difícil, te doy un truco: ocupa tu mente con algo que te gusta (¡estudiar la opo puede que no te ayude realmente!). Verás como el tiempo pasa volando y te irás a la cama sin cenar, sin haberlo sufrido.
Como aguantes de las 16:00 de la tarde hasta las 7:00 de la mañana, ya te has ganado la primera parte de los beneficios del ayuno intermitente: has empezado a consumir tus reservas.
6. ¡Muévete del sofá!
El movimiento es vida. Pero no eres un hámster en una jaula, con su ruedecita de entrenamiento. Tampoco necesitas apuntarte al próximo maratón. Moverse es encontrarse en la situación de un mono. Mira un documental en National Geographic si no visualizas como viven nuestros primos. Estírate, levántate, agáchate, atrapa la rama de arriba (o el libro/cacerola), gira tu cintura, dobla tus rodillas…
Nuestro cuerpo está lleno de ganglios que recojen y eliminan las toxinas.
Moviéndonos como monos, activamos el sistema linfático, y nuestro sistema sanguíneo. Esto aporta sangre a todos nuestros órganos y músculos, recorre todo nuestro cuerpo. Y esta sangre está llena de oxígeno… ¡Ventilando la casa!
Y hablando de viento, sal al aire libre todos los días, respira profundamente, estas respiraciones actuán sobre tus hormonas, bajan la tensión, ayudan a controlar el colesterol, el aporte de oxígeno aleja virus y bacterias dañinos.
No temes las intemperies, así fortaleces tu sistema inmune.

7. Comparte tu detoxificación con amigos.
La unión hace la fuerza, ya sabes.
Cuando compartes una rutina, es mucha más divertida y llevadera. Cuando caes y te desanimas, siempre habrá algún amigo para recogerte y recargarte las baterías
Conclusión y resumen
Una buena detox se hace con tiempo y método.
Organiza esto 7 pasos para una buena detoxificación y cuéntame como lo has conseguido.